[ECT] aguxtina perez sobre RETRATO DE MUSSOLINI CON FAMILIA de mario bellatin 

retrato de óleo mojado

la fantasía de que más tarde que temprano condensará un color vital, aunque más no sea sobre el advenimiento -más temprano que tarde- del blanco cadavérico. Retrato de Mussolini con familia como un cuadro de Ilya Repin, Iván el Terrible y su hijo Iván el 16 de noviembre de 1581, al que le hubiesen volcado, adrede, los efluvios del líquido de purga sobre la tela. la tela, la telilla, que se hace y deshace de cualquier manera, cuando cualquier excusa sirve para retrasar el momento de la Caída del telón. escabullirse, entonces, en la tardanza. para que, en el tiempo de descuento, caiga entonces el amor, como la guillotina: lúcido y exacto. el amor: una auscultación invasiva de lo ajeno que, desde ya, es ejecutada con La Lengua. entonces: los “débiles intentos” del sacerdote por “introducir su lengua en una cavidad no preparada para semejante ímpetu, en una boca reseca por la enfermedad”, más “la pasmosa desigualdad de condiciones”, más, ¿qué? ¿qué más? si, igual, el amor es… no entenderías. de la cavidad de la boca a la cavidad del útero hay menos distancia que entre Amante y Amado. pero en el desparramo de las ropas, en el desparramo del color, en el óleo mojado por el líquido de purga que desprende el cadáver por los orificios nasales, ya incapaces de retraerse en una mueca asquienta por el hedor desagradable del fluido, se pasma la distancia. la distancia hasta parece que se contrae -es un instante- en un rictus de horror que la deslee. mojada, óleo vencido. entonces. entonces el amor. lo que no se entendería aunque. Toda la Lengua.

aguxtina perez

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